Todos, alguna vez, hemos hecho uso de esta expresión para definir
claramente la falta de compromiso, el evadir responsabilidades o simplemente el
no meterse en problemas... Puede que esa actitud sea una salida de salud
mental: ¡son tantos los problemas que nos acosan en nuestro mundo actual!, que
de vez en cuando no queda más remedio que mirar a otro lado, acelerar el paso,
olvidarnos de los compromisos...
LA IGLESIA DE LAS SALINAS. CABO DE GATA |
Y, ahora, la excusa es más fácil: como las crisis son globales que
busquen la solución los líderes globales. Llámense G8, G20, San Obama o Santa
Rita. A nosotros que nos registren. ¿Qué podemos hacer nosotros desde nuestra
Alcaldía, Delegación, Consejería, Ministerio…?. Por unos cuantos millones más
del coche oficial, de gastos de representación, de campañas publicitarias de auto
bombo, de ineficacia, de ineptitud, de incompetencia… ¿Con eso qué vamos a
resolver?
Cuando la dichosa crisis se ha llevado por delante los esfuerzos y
ahorros, tantos años, de miles de familias de emigrantes a los que convencimos
que tenían que integrarse en la vida española y, para ello, nada mejor que
comprarse una vivienda; vivienda que al final han tenido que entregar al banco
junto con años de hipotecas abonadas a golpe de jornal. Sí que le ayudamos a
que vuelvan a sus países de origen, pero aquí dejan gran parte se su vida en
forma de llaves de esa propiedad que los iba a convertir en ciudadanos de
primera.
Cuando los controles para entrar en Europa o EEUU. se vuelven cada
vez más efectivos, rígidos e inhumanos nos sorprende que esos desesperados
seres humanos se empecinen en jugarse la vida en el Estrecho o saltando una
valla de espino en cualquier frontera del paraíso publicitado. Para que luego
“el responsable” de turno nos muestre en televisión una flamante estadística de
cómo ha logrado su departamento disminuir la entrada de emigrantes. Y del
hambre, la enfermedad, las violaciones, los abusos, las muertes
incesantes de niños…¿Dónde están los preclaros hombres y mujeres de las élites
del mundo civilizado mostrando ufanos las estadísticas de su aportación a
solucionar los problemas de la humanidad?. Ahora parece ser que con mucho menos
de la décima parte de lo que se ha dedicado a sacar a los bancos del
atolladero, donde ellos mismos por su avaricia se han metido, se podría acabar
con el hambre en el mundo, con las enfermedades endémicas, con la falta de agua
potable, con el sida infantil…
NIÑO INMIGRANTE |
Y nuestros responsables políticos son sólo un reflejo de nuestra
sociedad, de nosotros mismos, Una reciente estudio (otra vez la dichosa
estadística) mostraba que los españoles nos sentimos más ciudadanos del mundo
que europeos. Pero no será para el tema que nos ocupa, porque parece que no nos
duele lo mismo el llanto de hambre de un niño africano, sudamericano… que
europeo. Si somos capaces de movilizarnos de forma ejemplar por la enfermedad
de un niño almeriense, como vamos a quedar impasibles ante esos cientos, miles
de madres que abrazan entre sus escuálidos brazos a sus hijos moribundos… No
cambiemos de canal, no miremos para otro lado, una pequeña ayuda es mucho ( el
0,7% del presupuesto, de nuestro presupuesto). Exijamos el cumplimiento de los
Objetivos del Milenio… impliquémonos, busquemos soluciones solidarias. Demos ejemplo
a nuestros políticos y mandatarios... Si, Nosotros podemos; Otro mundo es posible.
RUINAS,. CABO DE GATA |
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